miércoles, 13 de julio de 2016

EL AUTÉNTICO FESTÍN DE NAVIDAD

El Concierto de Navidad fue un concierto benéfico a favor de la asociación Música, Artes y Discapacidad (MUSICAD) y de la asociación ACCEDE A RESPIRO (Intervención socioeducativa con jóvenes con autismo).

Programa

…De este concierto, recuerdo que…
Se celebró en la Jornada de Reflexión (19 de diciembre). Mateo Lorente, el director del Conservatorio Rodolfo Halffter, nos lo advirtió en su DISCURSO antes de hacernos reflexionar —sin que apenas nos diéramos cuenta— sobre la música, sobre la dulzura, sobre la generosidad…).
Mateo lanzaba ideas casi rabiosas hasta que, no sé cómo, su voz se deslizó por una grieta: de la mente, al corazón. Después, agradeciendo la ternura con ternura, no desistió hasta que todos fuimos miembros de este mismo club de los seres humanos… ¡Qué respiro!
Relacioné ese instante de alma en carne viva con ciertas impresiones que recibí hace tiempo, al ver El festín de Babette (película danesa de Gabriel Axel basada en un cuento de Isak Dinesen). Tras un premio de lotería, la francesa Babette prepara una opulenta cena para corresponder a la hospitalidad con que la habían acogido en aquella remota aldea de Dinamarca. Los vecinos (austeros, puritanos, inflexibles…) aceptan la invitación de la extranjera, pero han pactado que ninguno de ellos dé muestra alguna de regocijo (lo que sentirían como algo pecaminoso). Sin embargo, el cariño que pone Babette en sus platos; el emotivo ritual con que los sirve y los placeres que el aroma, el sabor y la compañía despiertan en los comensales, van convirtiendo en dulces personas a todas aquellas estatuas de piedra.

La música fue el auténtico festín del Concierto de Navidad. Los alumnos del Rodolfo Halffter, conmovidos también por Mateo, esparcieron más felicidad. Habían trabajado mucho todo el trimestre. Las dos Bandas tenían directores nuevos. Todos (los grupos renovados y los de siempre) pusieron más empeño que nunca en hacer buena música.
Recuerdo las Ilusiones de la Orquesta de Enseñanzas Elementales, obra de José Gabarda, que fue un precioso estreno mundial; recuerdo la Introducción (Suite para orquesta infantil de Cuerdas) de Fabián Andrades; recuerdo algo así como un baile de duendes; las dos guitarras y los arreglos de Berlanga (también de estreno) para Noche de Paz; recuerdo a Lola aplaudiendo a sus chicos desde la sombra; recuerdo el orgullo de David Arenas por su Banda… y viceversa; a Lúa y a Irina sonrientes; los saxofones de 2.09 Sax Projet llamándose unos a otros a ritmo de jazz. Recuerdo con qué luz pasaban Sempere y sus músicos de la majestuosidad a la melancolía; recuerdo las palmas de Álex y del público en la Marcha Radetzky; recuerdo la ilusión de mi hijo, Daniel Poncela, como concertino de la Orquesta Sinfónica de Enseñanzas Profesionales por segundo año consecutivo…
Presentación Abellán, la presidenta de Accede a Respiro, dijo que aquel había sido el concierto más bonito al que había ido jamás. No me extrañó escucharla. La felicidad es muy agradecida. Rendida a los placeres de la música, yo también respiraba mejor. Salí del concierto mucho menos estatua; si acaso, tallada en madera de alma.



Más fotos:















No hay comentarios: